DEFINICIÓN DE EYACULACIÓN PRECOZ
Han existido múltiples intentos de darle una definición a la eyaculación precoz. Se ha definido en relación al tiempo que media la penetración y el momento que el paciente eyacula. Sin embargo, esto es muy subjetivo, ya que depende también en gran medida de la respuesta sexual de su pareja; esto se refiere a que un tiempo eyaculatorio de dos minutos puede ser perfectamente adecuado para una pareja, pero absolutamente inaceptable para otro. Sin embargo, esto puede ser utilizado para cuantificar la severidad de su EP, ya que existen casos en que se produce al primer contacto con la vagina e incluso antes de la penetración y otros casos menos severos donde logra aguantar un par de minutos en la vagina.
Masters y Johnson, definieron la eyaculación precoz como ”si en más del 50% de las ocasiones eyacula antes de que su pareja sexual alcance el orgasmo”. El problema de esta definición es que el 75% de las mujeres normales no logra llegar al orgasmo solamente con los movimientos del pene en la vagina, sin considerar la importancia de la duración de la relación sexual, requiriendo este grupo de mujeres de la estimulación clitorídea para llegar al orgasmo. En definitiva, sólo el 25% de las mujeres logra orgasmos vaginales, lo que se contrapone con la definición anterior.
Helen S. Kaplan define la eyaculación precoz como “la falta de un control voluntario adecuado sobre la eyaculación, con el resultado de que llega al clímax involuntariamente antes de quererlo”. Esta definición fue adoptada por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría y por la Organización Mundial de la Salud. Lo central de esta definición es el hecho de llegar al clímax involuntariamente antes de quererlo. Esto, porque el control eyaculatorio debe ser natural, sin esfuerzo y voluntario y esto no se cumple en el eyaculador precoz ya que su relación sexual, está envuelta en un halo de ansiedad y angustia por evitar la eyaculación temprana no deseada.
Otros elementos a considerar dentro del enfoque diagnostico de la eyaculación precoz son: su forma de presentación; en eyaculadores precoces primarios, es decir el paciente nunca ha logrado un control voluntario de su eyaculación y secundarios o adquiridos, que es cuando ha perdido este control voluntario. También se pueden dividir en orgánicas y funcionales o psíquica e incluso se debe determinar su forma de instalación en agudas o crónicas.
Aneyaculación: se caracteriza por la ausencia absoluta de algún fluido eyaculado, encontrándose conservada la sensación orgásmica, ya que se producen las contracciones rítmicas de los músculos perineales sin que tenga lugar la fase de emisión.
Eyaculación retrógrada: se produce la fase de emisión, pero en vez de seguir el trayecto uretral anterógrado, la totalidad o parte del semen pasa a la vejiga; esto se observa en las cirugías prostáticas, tanto en su técnica abierta como endoscópica, ya que en ambas se lesiona el esfínter liso de la uretra prostática. Otras causas son de origen neurológico.
Eyaculación asténica: es la que se produce durante un período largo de abstinencia, que se traduce en una eyaculación débil, debida a ausencia de contracciones musculares que impulsen el semen. Se presenta en pacientes con lesiones medulares por debajo L1.
Eyaculación dolorosa: es aquella eyaculación que se presenta con dolor, referido al periné, la uretra o el meato uretral. Este tipo de eyaculación se observa asociado a procesos infecciosos del aparato genital tanto agudos como crónicos (Prostatitis crónica). Se ha establecido también, que se puede producir este trastorno por causas psíquicas.
Eyaculación refleja: es la que se produce por mecanismos involuntarios en pacientes con lesiones medulares sobre L1, donde se encuentra desconectados del control encefálico y sólo se produce en forma refleja.
Eyaculación retardada: es la que se produce en forma involuntaria muy tardíamente. Masters y Johnson la definen como una inhibición específica del reflejo eyaculatorio. Esto sólo se aplica a la eyaculación intravaginal y no así para la masturbación. Su causa es fundamentalmente de origen psicológico, aunque se han descrito lesiones neurológicas que producen este cuadro.